Contrariamente a la creencia popular, la profesión legal no se trata solo de litigar en los tribunales. La redacción de actos jurídicos es también una gran parte de su trabajo diario. El valor agregado de un abogado en la redacción de los actos puede ser difícil de percibir al principio. Todos los países europeos están repletos de profesionales que ofrecen excelentes servicios. Por ello si solicita algunas asesorías le informamos lo que debe recordar al contratar un abogado.
De hecho, al momento de decidir contratar abogados en Sevilla nos damos cuenta de la importancia de habernos beneficiado del asesoramiento personalizado de un prestigioso bufette. De hecho, se mantiene, entre otras obligaciones profesionales, para asesorar a sus clientes y se compromete con su responsabilidad profesional en caso de incumplimiento.
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1. ¿Cuáles son las obligaciones del abogado con respecto a su cliente?
Además de su deber de asesorar, el hecho de contratar abogados en Sevilla implica que tiene la obligación de garantizar la efectividad de los actos que escribe.
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El deber de asesoramiento y diligencia al contratar abogados Sevilla
Como todos los profesionales, los abogados tienen el deber de asesorar a sus clientes. El deber de abogado del abogado es muy amplio: debe dar a sus clientes toda la información relevante para que puedan tomar una decisión informada.
Esto a veces implica advertirles. Por ejemplo, un abogado responsable de escribir una carta de despido debe llamar la atención de su cliente sobre las consecuencias financieras de la terminación del contrato de trabajo. Su responsabilidad también será comprometida si no cumple con su deber de cuidado. De este modo, el abogado iniciará su RCP si permite un retraso y, por lo tanto, priva a su cliente de la posibilidad de ejercer los recursos.
Pase lo que pase, le corresponde al demostrar que ha cumplido con su obligación y no a su cliente para demostrar que no recibió el asesoramiento adecuado.
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Lo que hay que recordar de un abogado
Al contratar abogados en Sevilla estos deben garantizar la efectividad del acto del que es autor. Esto implica
- Que investigue sobre todas las circunstancias que puedan influir en la efectividad del acto para asegurarse de que sea válido. Por ejemplo, está obligado a verificar que un acuse de recibo de las deudas que se le haya cobrado por escribir incluya todas las menciones escritas a mano que son esenciales para su validez.
- Que traduzca fiel y válidamente lo que quieren las partes. La PCR del abogado puede ser impugnada por su cliente, siempre y cuando pueda demostrar que la violación de su abogado le ha causado daño.
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2. ¿Cuál es el procedimiento para impugnar la responsabilidad civil del abogado?
La acción de responsabilidad del abogado sigue el mismo procedimiento que una acción de responsabilidad civil clásica. Cuando la participación en el litigio es inferior a 10 000 euros, el tribunal de distrito o el juez de proximidad son competentes. Más allá, será necesario apoderarse del TGI.
Solo hay una diferencia con una acción clásica: un cliente insatisfecho puede, si desea tomar otra jurisdicción que no sea aquella en la que el abogado desempeña sus funciones, para evitar cualquier conflicto de intereses (relaciones cordiales o amistosas entre abogado acusado y el juez incautado). Pero afortunadamente esto no ocurre con Perez y Bravo Abogados, estamos es capacidad de hacer valer la tranquilidad de los clientes que acuden a contratar abogados en Sevilla.
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3. Seguro obligatorio de abogados, una fuerte garantía para el cliente.
Todos los abogados están sujetos a una orden que, entre otras cosas, es responsable de respetar las normas que rigen la profesión legal. Todas las sociedades de derecho deben contratar seguros colectivos obligatorios para sus miembros, lo que les permite estar cubiertos en caso de mala conducta profesional. En París, por ejemplo, cada abogado está cubierto por 4 millones de euros por reclamo, sin limitación por año.
Un abogado que trabaja en casos con importantes intereses financieros puede contratar un seguro adicional (esto incluso es muy recomendable). Este seguro funciona incluso si la culpa del abogado se comete intencionalmente.
En otras palabras, si confía su expediente a un abogado, está cubierto contra su incompetencia o deshonestidad y puede obtener una indemnización.
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Las obligaciones que se adquieren al contratar los servicios de un abogado
Cada abogado, tan pronto como ingresa a la profesión, presta juramento y forma parte de una orden que garantiza el respeto de estas obligaciones. Se somete voluntariamente a las reglas aplicables a esta profesión y puede ser sancionado si no las respeta.
El juramento contiene el siguiente compromiso: «Juro como Defensor ejercer mis deberes con dignidad, conciencia, independencia, probidad y humanidad». Por ello al contratar abogados en Sevilla , el abogado se compromete a respetar un cierto número de normas legales y éticas tanto en su práctica como en sus relaciones profesionales y extra profesionales. Estas son las reglas de la ética.
Al prestar juramento, el abogado recuerda los principios de ética que acepta presentar, a saber:
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El principio de independencia
El abogado se compromete a asesorar y defender a su cliente de forma independiente, sin tener en cuenta ningún interés personal o presión externa.
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El principio de lealtad
Este principio se implementa mediante la regla de conflicto de intereses: el abogado nunca puede asesorar o defender a dos partes cuyos intereses puedan oponerse.
El abogado también cumple con el principio de confrontación, que lo obliga a observar las reglas de procedimiento de manera justa, comunicando pruebas y conclusiones a sus oponentes dentro del tiempo establecido.
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El principio de confidencialidad
Al contratar abogados en Sevilla, el abogado está obligado a mantener un estricto secreto con respecto a toda la información que probablemente conozca a través de las relaciones con su cliente. La obligación de confidencialidad se aplica tanto a los datos relativos a su cliente como a cualquier información relacionada con un socio de su cliente, un deudor o cualquier otra persona involucrada en una demanda, litigio o acuerdo del que tenga conocimiento en el caso. parte de su actividad.
El secreto se refiere a las comunicaciones verbales o escritas entre los abogados, así como entre el abogado y el cliente, y la información que puede conocer durante los intercambios con el adversario. Las comunicaciones orales o por correspondencia entre abogados son, por naturaleza, confidenciales, de modo que no se puede hacer ninguna divulgación por parte del destinatario y no se puede utilizar ninguna correspondencia entre abogados, incluso en los tribunales.